Alumnas alemanas de intercambio cuentan su experiencia en la primera semana en Chile

Cuando les preguntas a Mona aus der Wiesche y Pia Daria Spalek por una comida que les haya impresionado de Chile, la respuesta llega de inmediato: “Ah sí, dice Mona (de anteojos), los completos…. o sea, es impresionante la cantidad de cosas que les echan, en Alemania son más fomes, ¡no les ponen nada!”. Pia, sentada a su lado, la toma del brazo como pidiendo ayuda para encontrar la palabra que define el alimento que más le ha gustado a ella: “… Ah, es que no puedo recordar como se dice… mmm illa, arilla…”

– ¿Sopaipilla?
– Sí, sí!!, las sopaipillas… ohhh -suspira-, son lo mejor.

Ambas llevan pocos días en nuestro país y se han incorporado al 3º medio A de nuestro colegio, gracias a una iniciativa del Rotary Club de San Bernardo, que hizo posible su llegada en un programa de intercambio que las tendrá aprendiendo nuestro idioma por un año. “Elegimos venir a Chile porque amigos y conocidos nos hablaron muy bien del país. En mi caso, – dice Pía -, unos amigos anduvieron de vacaciones por Brasil, México y Chile, y cuando les pregunté qué país me recomendaban me dijeron de inmediato que Chile… los paisajes son impresionantes”.

Ellas no eran amigas antes de iniciar el programa y su meta, más allá de exigirse en las materias, es conocer la cultura y por sobre todo aprender español. Su adaptación, con menos de una semana en los patios y las salas es evidente, y se las ve en todo momento acompañadas de otros alumnos. “Aquí la gente es muy de contacto físico, y allá no”, explica Pía, y Mona añade: “Allá no se saluda de beso, en Alemania si vas a saludar a alguien es así (las dos se dan un fuerte y formal apretón de manos)… pero acá es distinto, las personas son muy cariñosas”.

– ¿Y eso no las incomoda?
– No, para nada, porque es con respeto… no es algo incómodo -aseguran-.

Mona (16) viene de una ciudad llamada Haan, en el norte de Alemania y Pía (también de 16 años) de Hemer, cerca de Colonia. Por estos días incluso están ensayando para participar en la muestra de bailes típicos por las celebraciones de Fiestas Patrias, y a fin de año esperan visitar el sur de Chile. “Entre diciembre y enero entiendo que iremos a la Patagonia”, precisan.

Su estadía en nuestro país ha involucrado la amabilidad de dos familias que son parte de la comunidad American (del 3º medio A) y cuyos hijos también se han ido de intercambio. En el caso de Mona, la casa donde está viviendo es la de Nicolás Vera, quien está de intercambio en Dinamarca, y en lo que respecta a Pía, está residiendo en el hogar de Benjamín Adasme, quien estará casi un año en la ciudad de Oklahoma, Estados Unidos.

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